A pesar del
tiempo
que no pasa,
que
tímidamente se desliza
por nuestras
heridas,
que se acoda
en nuestros pliegues
más profundos,
a pesar del
tiempo
que expone
nuestros miedos
más
siniestros,
a pesar de
todo lo teóricamente
recomendable,
hoy he vuelto
a levantarme
como un gato
perezoso,
deslizándome
con tiento
tras los
marcos de las puertas,
tratando de
esquivar tu ausencia
que cada vez se refleja
con más fuerza
en el espejo de
los días iguales.
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