ni por qué se apagaron mis mejillas
que me roce o me lastime sin cuidar
el efecto de sus besos o las prisas
que defectos tenga tantos como
bosques nubes aves las colinas
que venga sin agenda ni ars amandi
que no me importe su otra media
vida
que no sepa de futuros ni promesas
que no sea mi canción su expectativa
que me dé disgustos y desasosiegos
que no me dé nada de lo que yo le
pida.
Que su voz me desarme, y que sólo
su abrazo cierre todas las salidas.
que me duelan las ganas de tenerle
que me llene el corazón de
arritmias.
Que se marche cuando tenga que
marcharse,
que no me pueda dar nunca
argumentos
que no se quede a recoger las
migas.
Para entonces ya habré sido la
envidia de la gente.
De esa gente que lo tiene todo en
esta vida.
***
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